En este artículo repasamos rápidamente cuáles son los principales factores a los que debe prestar atención a la hora de adquirir y/o instalar un filtro prensa de placas en su empresa o en su centro de producción/eliminación.
Hay una serie de factores que debe tener en cuenta, tanto si decide adquirir una máquina nueva como una usada o importada
Una de las cosas con las que más cuidado hay que tener a la hora de instalar un filtro prensa de lodos, o más bien a la hora de estudiar y presupuestar, es la longitud de la máquina.
Salvo en los casos en los que se trate de caudales enormes y por tanto te veas obligado a elegir máquinas largas por una limitación fisiológica del tamaño de las placas (y por tanto para respetar el volumen necesitas poner muchas placas) siempre es mejor -si es posible- optar por máquinas cortas.
La longitud de las máquinas influye en dos factores, uno relacionado con el llenado del filtro prensa y otro relacionado con la resistencia estructural del bastidor.
Una máquina larga es más difícil de llenar, no cabe duda.
En particular, cuando se superan las 40 ó 50 placas filtrantes, debería ser imprescindible disponer de doble alimentación, es decir, alimentar el filtro prensa tanto desde el cabezal fijo como desde el cabezal móvil.
Un paquete de placas muy largo, en cualquier caso, es más difícil de alimentar y esto es comprensible.
En particular, hay que tener cuidado de que no se formen zonas de diferente distribución de presión dentro del paquete.
De hecho, ciertamente se alimenta primero el cabezal fijo, mientras que ahora que tengo que recorrer todo el volumen hay que estar seguro del llenado correcto, sobre todo si tengo lodos que tienden a escurrir fácilmente.
En estas situaciones, la válvula de inundación y la doble alimentación deben estar siempre presentes, para evitar cualquier peligro de distribución desigual de la presión, que en algunos casos podría incluso provocar el fallo de la placa.
La segunda razón se refiere a un problema estructural.
Las máquinas largas con un bastidor muy largo son comprensiblemente más susceptibles de sufrir deformaciones estructurales. En efecto, los elementos del filtro prensa de lodos están sometidos a esfuerzos de tracción y el empuje del cilindro debe estar centrado con respecto al eje de simetría de la máquina.
Por razones que pueden depender del funcionamiento (exceso de suciedad entre una placa y otra, falta de lubricación en la junta del cabezal, o incluso planitud imperfecta del paquete de placas) es posible que el cilindro hidráulico no empuje en eje con el eje central del bastidor.
En este punto, puede ocurrir, sobre todo en máquinas muy largas, que los elementos del filtro se doblen.
Más de una vez se ha visto una máquina con las barras deformados hasta tal punto que la máquina ya no se podía utilizar. En estas condiciones, la máquina no puede funcionar, y la reparación de los largueros es uno de los trabajos más difíciles en la obra, con tiempos de inactividad que pueden durar hasta meses.
Así que al final, si se puede elegir, siempre es mejor tener máquinas que no sean demasiado largas, por razones de mayor resistencia estructural, mayor eficacia de llenado y también menor duración del ciclo de filtración.
Una de las tendencias que se viene observando desde hace varios años en cada vez más lugares es la de adquirir e instalar filtros prensa de placas procedentes de mercados orientales como China e India.
Esta acción, que en sí misma no tiene nada de malo, debe, sin embargo, sopesarse teniendo en cuenta ciertos factores que pueden plantear problemas durante su uso.
En primer lugar, hay que tener en cuenta los factores relativos a las tensiones y los voltajes, no sólo de los accionamientos principales, sino también de los auxiliares.
En particular, es precisamente en los auxiliares -por ejemplo, la tensión de las electroválvulas neumáticas- donde hay que tener cuidado, porque personalmente me ha ocurrido varias veces tener que reajustar los auxiliares porque las tensiones no eran, como suele ocurrir en Italia, de 24 voltios, sino de 240 voltios.
Esto significa que con estos voltajes no se puede operar en Italia, por el riesgo de electrocución.
Una de las tendencias observables desde hace varios años es la de adquirir e instalar filtros prensa de placas procedentes de mercados orientales como China y la India.
Esta acción, que en sí misma no tiene nada de malo, debe, sin embargo, sopesarse teniendo en cuenta una serie de factores que pueden plantear problemas durante su uso.
En primer lugar, hay que tener en cuenta los factores relativos a las tensiones y los voltajes, no sólo de los accionamientos principales, sino también de los auxiliares.
En concreto, es precisamente en los auxiliares -por ejemplo, la tensión de las electroválvulas neumáticas- donde hay que tener cuidado, porque personalmente me ha ocurrido varias veces tener que reajustar los auxiliares porque las tensiones no eran, como suele ocurrir en Italia, de 24 voltios, sino de 240 voltios.
Esto significa que con estos voltajes no es posible operar en Italia, debido al riesgo de electrocución.
Además, es bueno prestar atención a la calidad de la pintura y la soldadura.
En estos casos, siempre es conveniente exigir un certificado de pintura, tanto de arenado como del espesor de todas las capas de pintura, ya que a veces se encuentran sorpresas.
También es aconsejable solicitar siempre certificados de materiales, al menos para el bastidor de la máquina.
Lo desaconsejable es importar un filtro prensa que no tenga estas características e intentar adaptarlo y transformarlo para el mercado italiano o europeo porque -por experiencia directa- hay más problemas y más costes que comprándolo directamente en Italia.
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